Fue en Twitter cuando el entonces presidente Enrique Peña Nieto informó a los mexicanos en enero del 2016: “Misión cumplida: lo tenemos”, refiriéndose al líder del “cártel de Sinaloa” Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera. Un año después de su detención El Chapo fue extraditado a los Estados Unidos en enero del 2017, justo un día antes de la toma de protesta de Donald Trump. Nada accidental. Como si Barak Obama se hubiera asegurado de que Trump no “se pusiera una estrellita” sobre la frente con la entrega del “criminal más buscado del mundo” y darle así la oportunidad de ofender aún más a los mexicanos. Lee la columna completa
